
Y es que el bueno de Ezio no podía imaginar que en una de esas cámaras secretas que se esconden bajo la iglesia de Santa Maria de la Visitazione, podría llegar a encontrar a un calamar gigante. Sí, tal y como lo leéis. Pero tranquilos que no habrá que luchar contra él…
Para conseguirlo hay que acercarse al borde de la pequeña piscina y esperar, esperar y esperar. De repente, la cámara cambiará y os mostrará la llegada del tremendo bicharraco marino. En el vídeo lo veréis mejor, pero que vivan los huevos de Pascua.
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